Primer libro sobre Pedro Weingärtner (1853–1929) publicado para conmemorar el primer centenario de su nacimiento; la edición fue encomendada por Ado Malagoli, el entonces director de la Divisão de Cultura da Secretaria Estadual de Educação e Cultura do Rio Grande do Sul. Ado Malagoli, además de profesor (en el Instituto de Artes da Universidade Federal) y pintor, fue el fundador del Museu de Arte do Rio Grande do Sul. En su presentación de la monografía, Malagoli considera que el libro es la primera obra de envergadura sobre el artista, siendo incluso la única fuente de información exacta sobre su desempeño. Weingärtner fue, sin duda, el primer pintor de ese estado en obtener reconocimiento nacional, en Brasil, contando con elogiosas menciones en la prensa del eje Río–São Paulo. A partir de una muestra de su obra en 1910, la Pinacoteca do Estado de São Paulo adquirió algunos de sus cuadros. Con los nombres del pintor, del promotor y de quien escribe (Weingärtner, Malagoli y Guido) es evidente la influencia ejercida por las inmigraciones alemana e italiana en la formación cultural del estado más al sur del Brasil.
Ângelo Guido (1893–1969), italiano radicado en Brasil, es, de hecho, el primer crítico e historiador de arte de Rio Grande do Sul, llegando a cumplir funciones de director del Instituto de Artes vinculado a la UFRS, la universidad federal, desde 1959 hasta 1962.