El ensayo del periodista, profesor y crítico de arte José Roberto Teixeira Leite (n. 1930) aclara ciertas características de la producción gráfica del artista cearense Raimundo Cela (1890?1954), uno de los que quedan, en Brasil, al margen del movimiento moderno. Por lo que sí quedó siendo conocido fue por sus pinturas. El texto de Teixeira Leite posee la singularidad de abordar esta otra faceta, considerada secundaria, de su obra: la gráfica.
Pintor, grabador y profesor, Cela hizo su formación inicial en su estado natal, Ceará, en el “nordeste” brasileño. En 1910 se transfiere a Río de Janeiro, matriculándose en la Escola Nacional de Belas Artes como alumno, entre otros, de Eliseu Visconti (1866?1944). Después de un largo período dedicado a la ingeniería, retoma las artes plásticas en 1940, cuando reside en Niterói. Da clases de grabado en metal en la ENBA y sólo en 1945 realiza su primera muestra individual. En ella se destaca su obra gráfica con una temática paisajística, de tipos populares o trabajo de vaqueros y pescadoras de su tierra natal, usando el claroscuro de modo controlado.
En referencia a este asunto, consúltese de Estrigas, Raimundo Cela: 1890?1954 (Fortaleza: Editora Pinakotheke, 2004); de Heloísa Juaçaba, “Raimundo Cela: a sua mensagem e a sua ‘casa’”, Catálogo Raimundo Cela (Fortaleza: Secretaria de Cultura do Estado do Ceará, 1970); y de Otacílio Azevedo, “Raimundo Cela”, Fortaleza descalça reminiscências (Fortaleza: Universidade Federal do Ceará, 1980), pp. 290-93.