Esta columna de Walmir Ayala se refiere a la versión (en Río de Janeiro) del happening “bandeiras na praça”, realizado en la plaza General Osório de esa ciudad (febrero de 1968), la cual había sido concebida por Nelson Leirner y Flavio Motta. En diciembre del año anterior hubo una manifestación frente a la iglesia Nossa Senhora do Brasil (São Paulo), sólo con las banderas imprimidas por estos artistas, las cuales fueron decomisadas por los fiscales de la ciudad. En Río, “Bandeiras na praça” tuvo la participación de varios artistas como Marcello Nitsche, Carmela Gross, Hélio Oiticica, Carlos Vergara, Cláudio Tozzi, Anna Maria Maiolino, Farnese de Andrade, Glauco Rodrigues, Pedro Escosteguy y Rubens Gerchman. En este texto, Ayala enfatiza la procura de un “nuevo estilo de comunicación” que la iniciativa sugiere, lo cual es reiterado por Carlos Scliar quien declara el anhelo conjunto de “instigar a la opinión pública a un juramento” frente a las propuestas artísticas. Más allá del carácter festivo e irreverente del evento, cabe destacar que se daba como un desafío público en el meollo del endurecimiento de la dictadura militar (1964–85), la cual, al final de ese año, decretará el AI-5 [Acto Institucional Número Cinco] que prácticamente aniquilaba todas las garantías constitucionales en Brasil.
[Respecto a este evento, véase en el archivo digital ICAA el artículo “As brandeiras apreendidas” (sin autor) (doc. no. 1110639)].