Entrevista con Carlos Zilio realizada tras la muestra en el MAM-Río (Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro) en el año de 1996, bajo el título de Carlos Zilio - Arte e política, 1966–1976. Las preguntas de los varios entrevistadores tuvieron el propósito de reconstruir una gran parte de su trayectoria artística cubierta por la década que ilustra la exposición y que implica los años álgidos de la dictadura militar en Brasil. Zilio narra los avatares de su producción hecha durante su tiempo de prisión (1970−72) —en el DOI-CODI, órgano de la policía política del régimen—, ignorada como tabú durante décadas y sólo ahora revelada por la muestra en andamiento. Considera que su praxis política es una especie de “prehistoria [asaz] particular” y, por esa razón, él bregaba con su obra como si se tratara de “fantasmas”, señalando cuál fue el inicio de su carrera artística, interrupta tanto por el movimiento estudiantil como por su vínculo con las organizaciones políticas (como el MR8). Además, acepta que su idea de arte como elemento transformador de la realidad acabe siendo entendida como “una estetización de la política” que, por lo general, redunda en el abandono de la actividad artística para ingresar en la lucha armada. La paradoja es que, en ese preciso momento de decisión, Zilio se sentía imbuido en el arte. La entrevista conjunta continúa en torno a su retomada del arte, abandonando el país y viajando a París. Es ahí donde el artista concibe la escritura de un libro: A querela de Brasil [La querella del Brasil], título que, con un juego de palabras, hace alusión a la famosa música de Ary Barroso Aquarela do Brasil [Acuarela del Brasil].