El texto funge como una especie de manifiesto de los tres artistas: Artur Barrio, Dinah Guimaraens y Lauro Cavalcanti. Dicha proclama constituye una crítica a la creación y a la realización de la I Bienal Latino-Americana, propuesta bajo el tema de “Mitos e Magia”. El evento bienal se llevó a cabo entre los días 3 de noviembre y 17 de diciembre de 1978 en São Paulo, contando con la participación de representaciones de 13 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Ecuador, Honduras, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay). Siendo parte del grupo Mitos Vadios [Mitos vagabundos], los artistas no se colocan en abierta oposición a la bienal indicada, sino que tan sólo se niegan a funcionar en ella como si fueran “la institucionalización de una vanguardia”. En su manifiesto, el grupo cuestiona la postura asumida por la crítica colombo-argentina Marta Traba, quien había sugerido un retorno a la pintura de óleo —como si estuviera sirviendo al mercado del arte—, así como también la propia propuesta de la bienal señalada sugiriendo que “los mitos y magias se hallan en la calle y en el monte en su estado natural, quedando, por lo tanto, disociadas de lo más abarcador de la realidad brasileña”. El texto grupal concluye con una discusión sobre el estatuto de la crítica de arte tanto en Brasil como en América Latina.