Texto conjunto de Carlos Zílio, José Rezende, Ronaldo Brito y Waltércio Caldas Jr. donde se analizan las condiciones reales de la producción artística en el Brasil, a mediados de la década de los setenta, y sus nexos con el mercado local con los cuales se definen tanto la circulación como la institucionalización de la labor artística. Hasta entonces, había en el país un comercio rarefacto que se practicaba en directo entre productor y consumidor, casi siempre sin intermediarios. Viviéndose un período de inflación galopante (1970–73), el mercado artístico pasó a ser una alternativa al mercado de capitales (en un sentido de inversión económica), llegando a alcanzar una especie de “boom” comercial cuyos efectos provocaron la ironía en artículos de los años siguientes con titulares como “posboom” y “desboom”. De acuerdo a los autores, dicho fenómeno no correspondía a la formación de un verdadero mercado del arte brasileño (capaz de tratos con la producción local y preocupado en construir una historia del arte brasileño). A diferencia de lo que ocurre en los mercados internacionales, donde la institucionalización del arte resulta de su inscripción en el proceso histórico (producto de la confrontación entre producción y mercado), en el caso brasileño, el avalúo de las obras es ajeno al mercado, y es más bien operador de una producción ya institucionalizada. El mercado brasileño del arte no es un agente de activación sino de apropiación del trabajo del arte, totalmente ajeno a la formación de una historia del arte local. Y es precisamente por no existir una historia del arte brasileño que las distinciones entre los diversos lenguajes artísticos tampoco son claras; no obstante, se torna posible el manipularlas de manera indistinta. En ello radica una de las características de la producción emergente de los años setenta, al preocuparse menos con rupturas formales que con la construcción de un “punto de vista” diferente sobre el arte y su inserción, tanto cultural como ideológica, en lo más precario del territorio donde pisa.