El documento corresponde al catálogo completo de la exposición Los que son que Marta Traba realizó en la Galería Marta Traba (Bogotá) entre los días 3 y 16 de mayo de 1968. El catálogo reúne diez cortas reseñas críticas y biográficas de los artistas participantes en la muestra, a saber: Pedro Alcántara, Feliza Bursztyn, Luis Caballero Holguín, Santiago Cárdenas Arroyo, Beatriz González [Aranda], Sonia Gutiérrez, Ana Mercedes Hoyos, Clemencia Lucena, David Manzur y Bernardo Salcedo. En las reseñas, la autora tiende a resaltar los aportes estéticos observables en las obras de cada artista, ubicándolos vinculados a una joven generación. En el conjunto pueden localizarse algunas tendencias comunes entre algunos de ellos: un retorno a la figuración partiendo de la apreciación crítica de imágenes y contextos cotidianos (Cárdenas, González, Gutiérrez, Hoyos y Lucena); un replanteamiento de la abstracción (Bursztyn y Manzur); un enfoque al cuerpo desde percepciones pasionales (Alcántara y Caballero). El caso de Salcedo, específicamente, es descrito como “el ingenio más inquietante”.

Entre los días 3 y 16 de mayo de 1968, la crítica e historiadora del arte Marta Traba (1923–83) organizó la exposición Los que son, como muestra colectiva, dando apertura así al que fue su espacio comercial de corta existencia —la Galería y Librería Marta Traba, en Bogotá. El documento corresponde al catálogo de la muestra. 

El título dado a la exhibición —Los que son— da a entender que los diez artistas seleccionados son a quienes Traba —la intelectual Argentina radicada en Colombia desde mediados de los cincuenta— reconoce dentro de un grupo cardinal, de acuerdo a sus aportes individuales en materia de formulaciones estéticas dentro del plano artístico local. El conjunto reúne artistas que (con excepción de David Manzur) apenas comenzaban a mostrar su trabajo y revela cómo ella apostaba por algunos nombres. Artistas que, como parte de una nueva generación, replantearían los lenguajes fundados en la precedente que, desde los cincuenta, ya había consolidado su obra pictórica y escultórica. Estas jóvenes promesas responderían a las particularidades de su contexto mediante una variedad de propuestas identificadas por Traba con elementos temáticos y formales: la apropiación de imágenes de circulación mediática, el rigor del diseño, la presentación del cuerpo como expresión de erotismo o conflicto, la liberación de las formas en el abstraccionismo y el sentido crítico y mordaz respecto a valores políticos y sociales de su tiempo.