Este artículo es la primera aparición de la crítica Marta Traba (1923–83) tras haber vivido en el exterior entre finales de los años sesenta y principios de los setenta. Traba escribe este texto sobre el Salón Nacional de Artistas de 1978, año que marca su regreso al país. Marta Traba fue una crítica argentina radicada en Colombia, que tuvo un papel destacado en la crítica de arte mediante programas de este género en televisión y radio, así como también por medio de artículos de prensa y ensayos.
En el artículo, Traba defiende como única ganadora del Salón a Ana Mercedes Hoyos, con su obra Atmósferas, argumentando que, a pesar de su corta edad, la consolidación de un lenguaje no sólo plástico sino también conceptual es algo digno de destacar. Asimismo, critica a la otra obra ganadora del Salón, A-la-cena-con-zapatos del colectivo El Sindicato; objeta que “es el resultado de la copia de una fórmula comercial utilizada en el arte punk.” Sin embargo, Álvaro Barrios (n. 1945), influyente artista y crítico colombiano, considera que A-la-cena-con-zapatos representa la primera obra de carácter político-conceptual premiada en un evento de esta envergadura [véase Orígenes del arte conceptual en Colombia, doc. no. 1098159]. Asimismo, el artículo habla de otros artistas jóvenes cuyas obras deben ser tomadas en consideración, pues representan un pensamiento, sólido y significativo, a juicio de Traba.
La artista colombiana Ana Mercedes Hoyos (n. 1942) obtuvo reconocimiento al ganar el primer lugar en la exposición Espacios Ambientales en 1968. Atmósferas, la obra ganadora del Salón, es una pintura de gran formato donde predomina el uso del blanco a partir de transparencias; es más, resulta consecuente con su trabajo anterior (la serie Ventanas). Según Traba, en Atmósferas es posible observar un interés profundo en las formas y el color, así como una reflexión acerca de la luz y la pintura en sí misma.
En el Salón Nacional de Artistas de 1978 los jurados fueron: Santiago Cárdenas (n. 1937), el artista colombiano que obtuvo este mismo premio en 1976; la brasileña Aracy A. Amaral (n. 1930), la entonces directora de la Pinacoteca do Estado de São Paulo; y Waldo Rasmussen, director del programa internacional del MoMA (Museum of Modern Art) de Nueva York.