En el documento, Sylvia Juliana Suárez (n. 1981) hace visible la complejidad del contexto en el que se llevó a cabo el Primer Salón de Arte Moderno, poniendo énfasis en los hechos políticos ocurridos en 1957 —fin a la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla, establecimiento del Frente Nacional, institucionalización del voto femenino, entre otros. De igual forma, la historiadora y curadora destaca eventos y publicaciones de tipo cultural surgidos en la época, los cuales fortalecieron el papel de las artes en el país. “Sin duda el primer Salón de Arte Moderno tiene una riqueza peculiar para devenir en clave de lectura de la historia del arte colombiano y, en general, de la historia cultural del país”, señala Suárez; el acto conmemorativo del Salón significó localizar las obras expuestas en dicha década y traer al frente un contexto histórico, político y cultural específico que brinda coherencia a la apuesta curatorial. Ella y su equipo dejan un legado en el campo de la investigación; esto es, una forma de pensar el arte de otro tiempo y ponerlo en diálogo con el presente, procurando volver a la idea de generar conciencia histórica.
El fundamento del proyecto curatorial e investigativo de Camilo Calderón Schrader (n. 1941) y de Sylvia Suárez fue la acción de “volver a mirar” la muestra de 1957, aunada a repercusiones a lo largo de cincuenta años. La década de cincuenta, en lo que la plástica se refiere, representó la primera etapa de proyección de los artistas modernistas más reconocidos; entre ellos, Alejandro Obregón (1920-92), Eduardo Ramírez Villamizar (1923-2004) y Edgar Negret (n. 1920). A través de sus trabajos, propulsaron la crítica en el ámbito local. En esta dirección, la posibilidad de revisar tanto la crítica como los documentos de archivo del momento, amén de conversar con los personajes que habían sido testigos y protagonistas, le permitió al equipo de investigadores revalorar —según lo cita Suárez— la obra de ciertos artistas ajenos al “canon modernista”, aquel al que se refería Marta Traba (1923-83), la crítica argentina radicada en Bogotá, cuya voz ya era una institución en el campo de las artes plásticas en Colombia.
El equipo investigador estuvo conformado por el historiador Jorge Orlando Melo (n.1942), quien hizo una retrospectiva de la historia política colombiana en el año 1957; el historiador de arte Álvaro Medina (n. 1942), quien se encargó de analizar el Salón como evento representativo para el campo de las artes visuales; Carmen María Jaramillo (n. 1958). Esta última, con su grupo de trabajo (Nicolás Gómez, Felipe González, Natalia Paillié y Julián Serna) presentó el contexto artístico del momento marcado por la apertura de espacios de exhibición, por la presencia de la pintura femenina y por la consolidación de la pintura moderna, entre otros.