El documento es pertinente por ser el primer y único registro crítico que narra detallada y claramente cada una de las acciones presentadas durante el Primer Festival Municipal de Performance y Acción Plástica (1997). El texto rescata el aura y la vivencia general del público que asistió al evento, lo cual facilitó la posterior realización de seis versiones del Festival de Performance de Cali —único evento de performance en Colombia destacado por su continuidad y señalado como uno de los más importantes de América Latina. Es importante resaltar el carácter crítico que el evento cobró, gracias a la parodia de institucionalización; develándose, así, la carencia de una plataforma específica para la presentación de performance en Colombia durante décadas. La ausencia de curaduría, la informalidad del espacio, la inclusión de acciones de los organizadores y las aspiraciones de apertura reveladas por el cartel hecho para la entrada del lugar —y que nombro como Museo Welcome! el evento— son pruebas tanto del sarcasmo como de la causticidad con las que estaba impregnado el evento.
En el texto, el autor Juan Mejía aclara su posición como organizador, espectador y participante del Festival. Son destacables sus comentarios concisos que cada una de las acciones motivan y que lo debelan como un espectador crítico, pero a su vez indulgente, entiéndela entender la naturaleza de este tipo de eventos. Aunque Mejía señala la presencia de figuras tales como el travestismo, la desnudez, el absurdo y el escándalo (expresiones recurrentes del performance), éstas no son cargadas de valor, sino entendidas como el precio formal necesario de una acción plástica, las cuales no determinan el valor artístico de ésta. Los comentarios sopesan tales figuras recurrentes destacando, inteligentemente, valores a considerar: la convicción, la motivación, el tiempo, el ritmo, la duda, el discurso, la colectivización de una sensación, el rumor, el montaje. Y, ante todo, tres elementos que considera fundaméntales y propios de la práctica performática: ejecución, desempeño y gesto.
Mejía es artista plástico y se desempeña como docente de la Universidad de Los Andes, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y como tutor en la Maestría en Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia. Vive y trabaja en Bogotá.