Este breve texto de Nedo [Mion Ferrario] (1926–2001) posee valor documental por ser un buen testimonio del propio artista sobre su experiencia del espacio, de sus planos, de lo posible y lo imposible en la representación gráfica de las formas. Lo curioso y original de este texto es que el diseñador hable, con certeza y conocimiento, de un ámbito de representación en superficie que es más propio del diseño gráfico o de la geometría que de la teoría del arte o de su escritura.
La importancia de este documento radica en su carácter explicativo y, a la vez, en su condición de experiencia metafísica del espacio: “De pronto se abre una puerta de entrada, traspasada la cual levito en un espacio distinto”, llega a expresar Nedo. Como gran parte de los diseñadores gráficos en Venezuela que han incursionado en la pintura —algunos como Gerd Leufert y, en especial, Sigfredo Chacón y el propio Nedo— no es frecuente encontrar textos de su autoría; esto le otorga mayor valor a este revelador sobre los Reversámbitos. Trátase de un pensamiento visual, de una “circunstancia que podría definir como mágica, aún cuando está dentro de la lógica más rigurosa”, según define Nedo, llegando a describir su experiencia en términos asaz particulares: “percibo físicamente perspectivas contrastantes: es decir, lo imposible hecho posible”.
En 1974, el año siguiente de presentar sus Reversámbitos en el MBA de Caracas, Nedo los expuso en el Museo Soto (Ciudad Bolívar), y posteriormente en la Galería La Pirámide de Caracas en 1980.