El artista colombiano Luis Alberto Acuña (Suaita-Santander, 1904–Tunja-Boyacá, 1984) realiza una breve aproximación acerca de la influencia del folclore en la pintura universal. Para el autor, el folclore desde la antigüedad ha sido tema para el arte teniendo un valor irrefutable como fuente documental de los detalles de la cotidianidad de los pueblos.
Acuña hace una distinción entre la pintura de raigambre popular que considera ingenua, anónima y sin las reglas del arte erudito; y la “pintura de género o costumbrismo” donde los artistas incorporan el folclore como motivo de sus obras. Sobre este último aspecto se centrará su artículo.
Luego de un recuento histórico desde Egipto, pasando por Pieter Bruegel El Viejo (Breda-Países Bajos, c.1525-Bruselas-Bélgica, 1569), Peter Paul Rubens (Siegen-Alemania,1577- Amberes-Bélgica, 1640) y algunos pintores flamencos, el autor concluye que la escuela española de pintura se apega en gran medida a la representación de las costumbres populares. Aludiendo a Francisco Zurbarán (1598-1664), Francisco de Goya (1746-18280, Joaquín Sorolla (Valencia-España, 1863-Cercedilla-España, 1923), incluso a Pablo Picasso (Málaga-España, 1881-Mougins-Francia, 1973), sostiene que el arte español tendrá un desarrollo en donde tienen cabida las tradiciones de la patria y el folclore de otras latitudes.