Carolina Cárdenas (Bogotá, 1903-36) es tratada por la historiografía del arte colombiano como una promesa fugaz. Su temprana muerte dejó apenas un atisbo de lo que pudo ser una gran artista. En este artículo, Sergio Trujillo Magnenat (Manzanares-Caldas, 1911-91), pintor y amigo cercano de Cárdenas, se despliega en elogios a la artista. Si bien el texto tiene un marcado tinte sentimental, Trujillo hace precisiones sobre la versatilidad de su trabajo: la obra de Cárdenas contempló el dibujo, la escultura, la cerámica, la fotografía y la publicidad. Sobre las tres últimas los artistas realizaron trabajos conjuntos.
El dibujo de Cárdenas se caracterizaba por una línea definida y rigurosa, posiblemente heredada de sus clases en la Escuela de Bellas Artes con los escultores Ramón Barba (Madrid, España, 1894-Bogotá, 1964) y Josefina Albarracín (Bogotá, 1910 – ¿). Sus motivos principales eran mujeres y niños, aunque también experimentó con el dibujo publicitario.
En la fotografía, junto a Sergio Trujillo, realizó composiciones de estudio, que aunque ingenuas, eran muestra de un débil matiz de modernismo que comenzaba a penetrar el arte colombiano en la década del 30. Tanto en la cerámica como en el dibujo de Cárdenas, son muy claras las influencias del Art Déco y el Art Nouveau
En 2005, el Museo Nacional de Colombia realizó la retrospectiva Carolina Cárdenas 1903-1936, con curaduría de Cristina Lleras Figueroa (Bogotá, 1977-) y Carolina Vanegas Carrasco (Bogotá, 1977 -). Hasta entonces sólo se conocían algunas alusiones a su trabajo por el libro El arte colombiano de los años veinte y treinta (1994)del historiador del arte Álvaro Medina(Barranquilla-Atlántico, 1942-).