Este documento resulta pertinente al acercarse a la producción del artista y su exploración con respecto a la construcción de una “imagen latinoamericana”. Este proceso se da a través de un reconocimiento de tipo documental, ligado a diferentes actividades humanas por parte del fotógrafo, quien se interesa a través de su obra por temáticas tales como lo urbano, lo rural, lo agrícola y lo industrial.
Kassner enfatiza el desarrollo de su lenguaje fotográfico a partir de encuentro y su estrecha relación con figuras tales como Porfirio Barba Jacob (Santa Rosa de Osos - Antioquia, 1883, Ciudad de México, 1942), Álvaro Mutis (Bogotá-DC,1923-), Efraín Huerta (Guanajuato- México,1914- , Ciudad de México,1982) Gabriel Figueroa (Ciudad de México-México,1907 -1997), Manuel Álvarez Bravo, (Ciudad de México-México,1902 -2002) y diferentes personajes ligados a la industria cinematográfica mexicana de ese período, quienes enriquecieron la visión del artista.
A su vez, resulta necesario señalar que Matiz, junto a su maestro Luis Benito Ramos (Guasca-Cundinamarca,1899 - 1955), cuya obra se desarrolló a partir de una búsqueda por lo estético en uno de los periodos más importantes de la historia colombiana, en virtud de la proliferación de acontecimientos, cambios políticos y confrontaciones ideológicas, y Melitón Rodríguez (Medellín-Antioquia, 1871-1942), pionero interesado en las posibilidades testimoniales e históricas de este medio, son tres de los artistas más destacados de la historia de esta disciplina durante el siglo veinte. Su aporte consiste en el inicio de una tradición fotográfica atada a un profundo desarrollo técnico y la comprensión de esta forma de expresión como una propuesta artística ligada a lo narrativo y a lo social. Sin duda alguna, la producción del fotógrafo Leo Matiz marca un hito dentro de la historia del arte colombiano al ser una figura de reconocimiento internacional y un pionero del oficio fotográfico dentro y fuera del contexto nacional.