El crítico de arte Miguel González escribe el texto “Sobre Marta Elena Vélez” para la exposición Marta Elena Vélez [1980-1986] en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM). González recuerda la primera exposición de la artista colombiana ocurrida en 1967 y la vincula con la muestra que recién inaugura el Museo para concluir que su obra, en ese lapso, no es para nada homogénea. Más bien, en ese período la artista se ha caracterizado por su capacidad inventiva e inconformidad que la conduce a plantearse nuevos problemas. El autor se vale de las palabras de la artista para sostener que su obra se refiere a la nostalgia y la magia: “nostalgia soñada, tanto de lo que ha vivido como de lo que ha deseado”. En el texto se destacan tres momentos en la obra de Vélez: uno, en el cual el ícono más reconocido es el tigre; esto es, las rayas del tigre son un signo que la artista ha representado en pintura, foto-serigrafía, maletas de viaje y unos cojines de seda. Un segundo momento cargado de ironía se caracteriza por una maleta hiperrealista —la cual es imposible de cargar por su gran peso en bronce— y ha sido olvidada en un pasillo del aeropuerto El Dorado de Bogotá. Por último, el período más reciente —que comenzó con la exposición Espíritus afines (1985) en la Galería Garcés Velásquez (Bogotá)— es considerado “más narrativo, barroco y arcano” por valerse de telas compradas en almacenes populares de Medellín, una ciudad identificada, en ese entonces, por la superproducción textil.

El crítico de arte Miguel González (n. 1950) escribe este texto para la muestra Marta Elena Vélez (1980-1986) del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), una de las artistas más representativas de esa ciudad en la década anterior. El texto es importante porque el autor analiza la obra de Vélez (n. 1938) caracterizándola en tres etapas que permiten comprender a esta artista tan sui generis en el contexto regional donde se desenvolvió. El autor destaca una personalidad inconforme que siempre la llevó a explorar diversos soportes y una iconografía popular. 

Vélez hace parte de una generación de artistas de Medellín que, a raíz de la Primera Bienal de Coltejer (1968), desarrollaron propuestas abiertas a la experimentación como en este caso, ya que Vélez recurre a soportes tales como biombos, telones, cojines y demás objetos que amplían las posibilidades de la pintura. Según sostiene González, su obra no es homogénea, puesto que sus propuestas incursionan en los ámbitos de la escultura, la pintura, el ensamblaje, el ready-made y el performance. Precisamente el texto y exposición en el MAMM muestran una personalidad versátil producto de sus permanentes búsquedas. 

Marta Elena Vélez estudió en el Instituto de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia con los artistas Anibal Gil (n. 1932) y Rafael Sáenz, quienes fueron fundamentales en su formación como pintora. La primera exposición donde participó y que alude González fue Arte nuevo para Medellín (1967); luego fue incluida en muestras colectivas en el II Salón de Artistas Antioqueños (1970), III Bienal de Coltejer (1972), Cali, Barranquilla, Medellín (1974), además de varios salones nacionales y regionales de artistas. 

En la fecha de la exposición, González se desempeñaba como crítico de arte y profesor del Instituto Departamental de Bellas Artes de la ciudad de Cali. Durante 14 años fue curador (1985-2009) del Museo de Arte Moderno La Tertulia. En 2005, publicó el libro Apuntes para una historia del arte en el Valle del Cauca durante el siglo XX y, en 2008, Cali: visiones y miradas, recopilación de su producción crítica de 1972 a 2007.