El libro escrito por Dora Mejía recoge una selección de la obra de la pintora Marta Elena Vélez, desde trabajos tempranos de la década de sesenta hasta 2008. El artículo se concentra en analizar lo que su autora llama “el regreso a la pintura clásica”, luego de que Vélez produjo en la década de setenta y ochenta una obra de vibrante y expresivo colorido, centrada en manifestaciones de lo íntimo en conjunción con espacios abiertos y cerrados. En ella, la sensualidad y la reelaboración del paisaje en clave onírica son decisivos. En la etapa analizada en el texto, ya no se vuelca a preocupaciones subjetivas, sino más bien introspectivas; las cuales adquieren resonancias sociales, donde materiales y soportes cobran especial significado dentro de un espíritu que se acerca a la mística y al ascetismo. Todo ello parece producto del desprendimiento y la renuncia, propios de una artista convencida de que “el principio y el fin del arte es la soledad”, según llegó a declarar en una entrevista.

El documento ofrece una visión analítica de una de las etapas más notables en el trabajo de la pintora de Antioquia, Marta Elena Vélez (n. 1939) quien además hizo parte de aquellos artistas que fundaron la Facultad de Artes de la Universidad Nacional (sede Medellín) y del Museo de Arte Moderno de Medellín. Vélez estudió en el Instituto de Bellas Artes de la ciudad antioqueña  donde fue alumna de Rafael Sáenz (1910-98), y del pintor y grabador Aníbal Gil (n. 1932), institución de la cual se retiró por haber diseñada para personas de pocos recursos y las directivas consideraron que ella no lo era. A juicio de jóvenes creadores de su generación, Vélez se interesó por el cine y complementó su formación mediante lecturas como autodidacta. Expuso su obra, por primera vez, en la muestra Arte Nuevo para Medellín (1967), donde se vieron las primeras manifestaciones artísticas novedosas y apartadas de la academia convencional. Obtuvo mención en la III Bienal de Arte de Medellín con una obra hecha conjuntamente con el artista colombiano Juan Camilo Uribe (1945-2005).   

La autora Dora Mejía es arquitecta, artista plástica y obtuvo la maestría en Estética de la Universidad Nacional de Colombia; se desempeñó en esta institución, y en otras, como profesora asociada.