Los comentarios de David Alfaro Siqueiros (1896-1974) en este texto se refieren a la escultura Quetzalcóatl o los padres de la medicina, un monumento policromado que el escultor Rodrigo Arenas Betancourt (1939-1995) realizó para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 1957. Siqueiros destacó en el escultor colombiano “su gran capacidad teórica, a diferencia de la mayor parte de los artistas contemporáneos, que parecen ocupar toda su humanidad, inclusive su cabeza, con pura emoción”. El artículo trasluce bien la posición del autor contra el formalismo, frente a las vanguardias y su crítica del “saqueo” de estilos, característica reprobable, a su juicio, del arte moderno.
Hijo de padres campesinos, Arenas Betancourt cursó estudios en Fredonia, Medellín y Bogotá, donde no pudo graduarse en la Escuela de Bellas Artes porque perdió el curso de historia que dictaba el poeta modernista Luis Vidales (1900-1990). El artista colombiano se estableció entonces (en 1944) en la Ciudad de México, donde para subsistir desarrolló distintos trabajos en fotografía, pintura, escultura y arquitectura. En 1958 se dedicó por completo a la escultura, atendió importantes encargos del gobierno mexicano para realizar monumentos y obtuvo el reconocimiento en ese país por sus obras.