El libro contiene entrevistas con artistas, críticos y administradores culturales que surgieron en la región colombiana de Antioquia, principalmente en la década de setenta. Prólogo del historiador Álvaro Tirado Mejía da inicio con la aparición de los Nadaístas, el provocador movimiento literario, y contribuye a fijar el marco histórico durante el cual esta generación de trabajadores de la cultura comenzó a desarrollar sus aportes en un ambiente poco propicio para innovaciones. En la presentación de la obra, Félix Ángel se remonta a 1976 cuando publicó Nosotros: un trabajo sobre los artistas antioqueños. Destaca en él la incertidumbre de su situación personal: “(…) todas las puertas parecían cerrarse a mi alrededor”. La motivación para esta nueva revisión de su generación (con la perspectiva que da el paso del tiempo) fue el afán de dejar un testimonio; sobre todo, en vista de lo que considera un precario patrimonio historiográfico y analítico. A juicio de Félix Ángel, el curador colombiano, el resultado final “no deja de ser revelador y desconcertante en algunos casos” por ser “un tributo a la constancia de todas las personas que en él he reunido (…) y un reconocimiento a las dificultades (…) que han debido superar para salir adelante”. Se trata sin duda de un documento de múltiples voces, único en su género y fundamental para comprender los anhelos, éxitos y fracasos de quienes se empeñaron en la modernización cultural de Medellín, la capital antioqueña.

La importancia del documento radica en que el curador colombiano Félix Ángel (n. 1949), luego de haber publicado, en Medellín el libro Nosotros: un trabajo sobre los artistas antioqueños (1976), el cual comprende 19 entrevistas con pintores, grabadores, dibujantes y escultores que surgieron en esa ciudad en la década de setenta, asociados con la llamada “generación urbana”, volvió a entrevistar, tres décadas más tarde, tanto a aquellos artistas que continuaban vivos, así como a críticos y administradores culturales de la época.

La obra posee un tono más sosegado y reflexivo que la primera, donde se ofrece un enfoque de espíritu contestatario y airado, propio de una generación que pugnaba por encontrar su identidad artística a partir de la crítica a sus antecesores y la búsqueda de nuevas formas de expresión.

En este volumen, Ángel entrevista a varias personalidades de esa generación llamada “urbana”: Leonel Estrada, Darío Ruiz Gómez (n. 1936), Rodrigo Callejas (n. 1937), Marta Elena Vélez (n. 1938), Javier Restrepo (n. 1943), Ethel Gilmour (1940–2006) originalmente nacida en los Estados Unidos, Humberto Echavarría, Teresita Peña de Arango, Aníbal Vallejo, Hugo Zapata (n. 1945), Álvaro Marín (n. 1946), Germán Botero (n. 1946), John Castles (n. 1946), Oscar Jaramillo (n. 1947), Alberto Uribe Duque (n. 1947), Armando Londoño, Samuel Velásquez (1865–1942) y Rony Vayda (n. 1954). 

Desde 1977, Félix Ángel vive y trabaja en Washington. Estuvo vinculado primero en el Museo de Arte de las Américas, de la OEA, y en la actualidad (2009) se desempeña como el director del Centro Cultural del Banco Interamericano de Desarrollo. Ha presentado más de 80 exposiciones individuales en distintos países y bajo su dirección se han organizado numerosas muestras de arte latinoamericano.