Este manuscrito es significativo porque registra de manera sucinta las directrices de un proyecto artístico de carácter social configurado por los artistas colombianos Manuel Santana (n. 1960) y Graciela Duarte, e incluye su interés en crear estrategias para incentivar el diálogo y la participación con la comunidad. Igualmente se convierte en una reflexión sobre las prácticas artísticas contemporáneas en la medida en que cuestiona el producto de arte, privilegiando un proceso centrado en el dibujo: una forma de acercamiento al mundo y al ser mismo. Otra razón es la apropiación que hace de la historia cultural y científica del país al recordar el proyecto adelantado por el sabio José Celestino Mutis en el siglo XVIII y la Comisión Corográfica de mediados del siglo XIX que buscó reconocer el territorio, sus gentes y costumbres.
De esta manera el colectivo Echando Lápizorganiza talleres en diferentes ciudades de Colombia, invitando a los participantes a explorar la botánica y dibujar en detalle, plantas, árboles y flores del lugar; así como a indagar, con familiares y amigos, historias, mitos, usos prácticos y medicinales; los cuales se consignan en un diario de campo; o sea, un “diario de observaciones”, a la manera del sabio Mutis, en un ejercicio de la escritura como una forma más de dibujar. El proyecto incita, entonces, a considerar el dibujo, a verlo presente en la cotidianidad como una vía para recuperar la mirada de lo cercano; en otras palabras, una mirada poética, un medio sensible del que cualquier persona dispone para ver su entorno y captar micro mundos, en particular, o la belleza de la naturaleza, en general. Así mismo el colectivo Echando Lápiz plantea otra práctica pedagógica en el campo artístico; una práctica social, el trabajo colectivo, un desplazamiento de la escuela concebida como un concepto ampliado en cuanto a la circulación de los saberes. El proyecto (que inició en Bogotá más tarde) se expandió a varias regiones del país al ser invitados por la División de Artes Plásticas al programa “Obra Viva” del Banco de la República y en otros talleres organizados con el apoyo del Instituto Distrital de Cultura y Turismo.
En el 2008, en el Laboratorio Artístico de la Orinoquia del Programa del Salón Nacional de Artistas, se planteó “Entre lo individual y lo colectivo”; una reflexión sobre temas relacionados con el espacio público, los sistemas de representación y la función del artista plástico. La meta era indagar ciertos imaginarios para reconstituir colectivos mediante estrategias que tiendan redes y conexiones entre la gente. En el 2008, hubo un taller en el Magdalena Medio (de junio a octubre) para conmemorar el bicentenario de la muerte de José Celestino Mutis.
Santana es artista plástico de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde ha sido coordinador académico del programa de artes (en diferentes periodos) y además docente de artes en la Universidad de los Andes de Bogotá.