El presente capítulo recoge aquellos textos en los que las autoridades eclesiásticas de Colombia fijaron su posición respecto al cuadro La Anunciación (1941) de Carlos Correa —retirado del II Salón Anual de Artistas Colombianos— después de haber sido galardonado, con el primer premio, en el III Salón en 1942. La curia colombiana creó una comisión para estudiar el caso. Fue integrada por tres sacerdotes “peritos en arte religioso”, los cuales emitieron un extenso reporte que contiene tres perspectivas: “concepto artístico”, “concepto pedagógico” y “concepto religioso-moral”. De acuerdo al primero, el cuadro carece del “verdadero dibujo pictórico”, ya que el artista no domina suficientemente el “procedimiento de la pintura al óleo” ni tampoco presenta “contrastes desapacibles” por la mezcla de colores y el uso de tonos pardos. Denuncian una deformación en las figuras y un colorido del personaje principal que lo semeja a la (1) “lividez gris, húmeda, viscosa de los cadáveres al entrar en putrefacción”. En segunda instancia, el “concepto pedagógico” critica al Ministerio de Educación, responsable de estas exposiciones nacionales, ante las que pasan colegios y escuelas que esperan encontrar “obras que eleven por su belleza purificadora”, y no “obras obscenas de mala técnica”, “doblemente dañosas, deseducativas y corruptoras por su (1) maldad moral”, como en el caso que analizan. Finalmente, el “concepto religioso-moral” apeló al dogma cristiano de la propia Anunciación; representado, en su opinión, de manera ofensiva y con “procaz irreverencia” en la pintura. El hecho de cambiarle el nombre se consideró propósito malicioso. Según aseguraron los peritos eclesiásticos, el lienzo es una caricatura del dogma debida a un artista corto de aptitudes pictóricas. En resumen, la comisión solicitó que las autoridades retiraran el cuadro y anularan tanto el fallo como el premio. Se recomendó, vehementemente, tomar acciones para que, en el futuro, las curias de las distintas ciudades colombianas “inspeccionen las obras admitidas a cualquier exposición pública”; con ello apelando a un artículo del Concordato.