Alejandro Obregón (1920−92) es considerado por la crítica y los historiadores del arte como un artista moderno. Su lenguaje visual pone de manifiesto una ruptura entre lo que puede llamarse pintura académica (naturalista) y los primeros acercamientos a propuestas no figurativas, los cuales significaron la apertura a otras formas de expresión. No es en vano que, en el libro de Panesso, aparezcan aquellos artistas que representaron un cambio radical para las artes plásticas de Colombia entre 1950 y 1960. Sobre todo en lo referente a propuestas tanto pictóricas como escultóricas, que por su naturaleza formal revelaban riesgos en el hacer y en el pensar lo plástico.
La entrevista que el periodista Fausto Panesso (nac. 1953) presenta en Los intocables es una versión editada del libro (1) Alejandro Obregón ¡…A la visconversa! Conversaciones junto al mar. La oportunidad que tuvo Panesso de varios encuentros con Obregón le permitió acceder a espacios aparentemente impenetrables en la vida del artista; el cual, en ocasiones, se mostraba parco y medido con la prensa. La voz del pintor que transcribe Panesso es fluida. El documento presenta, quizás, la más completa y matizada entrevista que concedió el pintor. Además, da cuenta de sus aportes y cambios en el campo del arte como Director de la Escuela de Bellas Artes, del ambiente en el que se consolidó su obra y de sus pensamientos sobre el hecho mismo de ser pintor en el contexto colombiano. Al narrarse a sí mismo, jamás pierde de vista el lugar al que pertenece.
Los otros cuatro artistas que aparecen en la compilación de Los intocables son: Fernando Botero (nac. 1932), Enrique Grau (1920−2004), Edgar Negret (2) (1920?2012) y Eduardo Ramírez Villamizar (1923−2004).