El texto (1) ¡Al Fin Pintura! (1976) presenta la exposición con el mismo nombre en la Galería Belarca de Bogotá. Fue organizada por Eduardo Serrano. Este crítico de arte destaca la aceptación del dibujo y el grabado como lenguajes de estudio y experimentación en el arte contemporáneo colombiano, considerándolos, incluso, como obras finales. Pero la exclamación “¡Al Fin Pintura!” alerta sobre la importancia de los pintores de esos últimos años en el desarrollo de “una expresión profunda y propia en el difícil medio de la pintura”. La exposición, señala Serrano, muestra once elaboraciones y búsquedas diferentes sobre un aspecto común y descriptivo: “aplicación de colores sobre una superficie”. Por ello, la obra pictórica de los siguientes artistas se torna un ejemplo pertinente: Luis Caballero, Santiago Cárdenas, Hernando del Villar, Beatriz González, Manuel Hernández, Ana Mercedes Hoyos, Darío Morales, Javier Restrepo, Carlos Rojas, Ned Truss y Manolo Vellojín.

El texto de la exposición ¡Al Fin Pintura! (1976) de Eduardo Serrano Rueda (nac. 1939), crítico de arte y curador del Museo de Arte Moderno de Bogotá, resulta ser un documento fundamental para comprender las experimentaciones y búsquedas pictóricas en los años setenta, década de gran auge tanto del dibujo como del grabado.

La historiadora de arte Carmen María Jaramillo (nac. 1958) señala que el concepto de pintura comienza a tornarse maleable en ese momento. A su juicio, “los términos color y superficie trascienden a la connotación de óleo y tela”. Jaramillo menciona que la muestra presenta un amplio espectro de propuestas: “los planteamientos visuales de los artistas que son invitados a la exposición, van desde el ilusionismo óptico, el realismo expresivo, la abstracción sensible o geométrica, pasando por diversas modalidades de una suerte de Pop, que trabajará con colores planos. De los artistas incluidos en la muestra, Beatriz González, Santiago Cárdenas, Manuel Hernández y Luis Caballero, habían iniciado una renovación dentro de este campo en los sesenta. Los artistas restantes exploran en la imagen fotográfica, o al interior de los colores planos, quizás como una respuesta a los tonos valorados y expresivos que habían predominado en un pasado reciente”, en Manifestaciones de la crisis del arte moderno en Colombia: 1968?1978 (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2001), presentada como tesis de maestría en Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura.

Al escribir este artículo, Eduardo Serrano se desempeñaba como curador del Museo de Arte Moderno de Bogotá, siendo también colaborador de la Galería Belarca (creada en 1969). Ese mismo año, Serrano había regresado al país después de estudiar Antropología e Historia del Arte en New York University y, poco tiempo después, comenzó a dirigir la Galería Belarca. Durante los primeros cinco años de la década de los setenta publicó un número considerable de artículos en catálogos y periódicos de circulación nacional. Una selección de estos textos conforman el libro Un lustro visual: Ensayos sobre arte contemporáneo colombiano (1976).