Este texto ofrece información básica a quien quiera aproximarse a la propuesta que el artista colombiano Álvaro Barrios (nac. 1945) derivó de obras medulares de Marcel Duchamp (1897−1968); destaca, entre ellas, Sueños con Marcel Duchamp. La propuesta consiste en una serie de 69 obras-texto en las que el artista, además de interpretar de forma libre la lectura duchampiana del arte, dio prueba de sus conocimientos de historia del arte; materia que estudió en la Università di Peruggia (Italia), luego de su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Barranquilla. En principio, los textos que componen los Sueños con Marcel Duchamp entablan conversación con obras de diferentes artistas y de diferentes períodos: Soñé que el cuadro Ofrenda ajada de Paul Klee daba una (rest of changes 3) gran fiesta de disfraces para los otros cuadros abstractos; la pintura Arco negro de Kandinsky se disfrazó de Pequeña soledad en el centro de los soles de Francis Picabia; Prismas eléctricos de Sonya Delaunay se disfrazó de Casa roja entre los árboles de Marcel Duchamp; Sin título de Mothrwell [sic] se disfrazó de Tengo algo de comer para ti en la cocina, querida. No tengo hambre, mamá! Por favor, lo que yo quiero es irme a mi cuarto de Lichtenstein.
Esta obra, que por su uso del texto —y por las diversas reinterpretaciones que hace de la obra de Duchamp—, ha sido considerada de gran importancia entre las propuestas conceptuales de Barrios, se genera desde otros trabajos de este orden, tales como los Grabados populares. Según lo aclara María Mercedes Carranza (1945−2003) en su texto, Barrios, quien ya desarrollaba la propuesta de Grabados populares desde 1974, decidió ampliar su homenaje a Duchamp después de participar con un nuevo desarrollo de esa obra. Tratábase de una celebración en memoria del artista francés, publicada en el suplemento del Diario del Caribe, cumplidos los diez años de su muerte en 1978.