La importancia de este texto de presentación en el catálogo para La exposición Pintura abstracta de Colombia radica en que reúne argumentos típicos del pensamiento de la crítica e historiadora del arte Marta Traba a finales de la década de cincuenta. Revela su preocupación por la defensa de la producción de los jóvenes artistas colombianos que practican la abstracción; reclamando, por un lado, la necesidad de una transformación en las valoraciones del público, y por otro lado, la necesidad de que los artistas diversifiquen las posibilidades de aproximación a esta forma artística. Señala su preocupación tanto por la participación del público en la definición de una obra de arte como por la necesidad de la educación del público para evitar juicios falsos y contradictorios.
La exposición Pintura abstracta de Colombia (Biblioteca Luís Ángel Arango, Bogotá, junio 11-25 de 1958) integró 22 cuadros de los artistas nacionales Eduardo Ramírez Villamizar, (1923-2004), Marco Ospina (1912-83), Carlos Rojas (1933–97), Judith Márquez (1925–94), Luís Fernando Robles (n. 1932) y el peruano Armando Villegas (n. 1928). Además del texto de presentación de Traba, el catálogo de la exposición contiene reseñas de las trayectorias de los artistas acompañadas con la imagen de una obra de cada uno de ellos. Certámenes dedicados exclusivamente al arte abstracto venían dándose desde algunos años antes, con la intención de reunir y dar a conocer este modo expresivo adoptado por algunos jóvenes artistas colombianos; son destacables la I Exposición de Pintura Abstracta (Biblioteca Nacional, Bogotá, 1955) y el Salón de Arte Abstracto (Galería El Callejón, Bogotá, 1956).