La importancia de este texto radica en ser un homenaje rendido en diciembre de 2007, tan sólo dos años después de la desaparición de Débora Arango Pérez (1907–2005), una de las artistas colombianas más contestatarias durante las décadas de los cuarenta y cincuenta. El texto se publicó en Medellín, durante el centenario del nacimiento de la artista, con edición conmemorativa del cuaderno de notas que esta llevó consigo en su viaje a España (1954?55). Este capítulo es el eje central de dicha publicación.
En 1944, Arango firmó el Manifiesto de los Independientes donde se proclamaba la libertad del arte colombiano, especialmente en relación con Europa. Su trayectoria es reconocida debido a su capacidad impugnadora de ideas e instituciones tradicionales, así como por el hecho de abogar por el reconocimiento del papel de la mujer en las artes plásticas.
El curador y artista antioqueño Santiago Londoño Vélez (nac. 1955), a cargo de los textos, incluyó también un ameno compendio biográfico, resultado de varias conversaciones con Débora Arango, un análisis de los murales que la artista dejó en Casablanca (población cercana a Envigado, en su región natal de Antioquia) y una serie de dibujos tomados de este y otros cuadernos similares. Se puede encontrar, también, una completa cronología de la pintora. En general, el documento es testimonio de la significación de la artista para esta región colombiana, ya que se trata en él de intereses personales y técnicos durante el período de su permanencia en la península. Allí perfeccionó su formación en la Academia de San Fernando de Madrid y, en febrero de 1955, le fue clausurada una exposición por el régimen dictatorial del Generalísimo Francisco Franco.