La revista Alpha (fundada en Medellín en 1906) se caracterizó por su posición de avanzada en materia intelectual. Era una época en la que la población de la capital antioqueña no superaba las 60.000 personas y el alfabetismo registrado era del 53% —una significativa mejora respecto a 1885, cuando esta cifra fue del 30%.
De cierta manera, Alpha puede considerarse heredera de la tradición establecida por revistas antecesoras que incluyeron ilustraciones artísticas en sus páginas: El Repertorio (1896-97), El Montañés (1897-99) y Lectura y Arte (1903-06). La publicación mencionada estuvo relacionada con la librería de Carlos E. Restrepo —quien sería presidente de Colombia— y contó con el apoyo de distintos empresarios. Contó, en su junta directiva, con los ejecutivos Mariano Ospina Vásquez, Antonio José Cano y Jorge de la Cruz; a su vez, Ricardo Olano ejerció como gerente durante varios años.
Como hecho novedoso, la revista remuneró a sus colaboradores; entre quienes estaban Tomás Carrasquilla Naranjo (1858–1940), Saturnino Restrepo, Baldomero Sanín Cano (1861–1957) y Luis Carlos López (1879-1950).
En sus páginas se divulgaron eventos paradigmáticos; por ejemplo, el manifiesto futurista. Al ser prohibida su lectura por el arzobispo Manuel José Caycedo bajo la gravedad del pecado mortal, la revista terminó por desaparecer en 1916, luego de una década de intensa actividad, durante la cual se publicaron 146 números. La publicación mantuvo a los lectores al tanto de corrientes literarias y del pensamiento, sosteniendo intercambio con distintos autores hispanoamericanos.