La entrevista que hace el escritor colombiano Fausto Panesso (n. 1953) al escultor y pintor Eduardo Ramírez Villamizar (1922–2004) es uno de los documentos más completos acerca de este artista y su labor. Dos razones principales hacen de este texto una referencia obligada. En primer lugar, el documento es importante porque presenta un detallado recorrido cronológico a través de la obra del artista. Con sus propias palabras, Ramírez Villamizar hace conocer de cerca su trabajo, los cambios en su carrera y la manera en que logró insertarse en la esfera artística colombiana.
En segundo lugar, existe un elemento bastante atractivo en esta entrevista, haciendo de ella un rico documento dentro de la bibliografía sobre Ramírez Villamizar. A lo largo de la conversación el artista describe detalladamente la manera en que trabaja o ha trabajado en varios momentos de su vida. Inicia describiendo su relación con los materiales artísticos desde que era un niño y, según confiesa, el “momento más emocionante en toda mi carrera artística” lo vive cuando construye un perrito con arcilla. Habla, también, de sus tiempos como dibujante y tanto como pintor con tendencia "expresionista" que copiaba obras de Georges Rouault (1871?1958), como escultor que no hace bocetos sino que, de una vez, “construye” maquetas con volumen, usando pedazos de cartón y cinta adhesiva. Es llamativa la manera en que Ramírez Villamizar traslada al lector a su lugar de trabajo y le muestra como corta, pega, hace líneas, copia, calca, suelda…
La gran mayoría de textos sobre Ramírez Villamizar analizan y describen su obra en términos filosóficos, críticos o históricos. Lo significativo de esta entrevista es que muestra su trabajo en términos materiales y formales. Se hace una radiografía del artista como constructor y como artesano. Este punto es completamente consecuente con sus intenciones plásticas: en la misma entrevista afirma que encontró en la abstracción geométrica el medio más efectivo para hacer arte pues no tenía que pensar en hacer “conexiones con el universo real”, ni tampoco buscar “fórmulas secretas” para insertar su trabajo en el mundo. Según Ramírez Villamizar, el trabajo, la experimentación, el traslado de una técnica a otra y la constante relación con los materiales del arte fue lo que le permitió crear y destacarse.