La importancia del texto radica en señalar los cambios sufridos por la pintura del artista colombiano Danilo Dueñas (n. 1956) desde su etapa incipiente. En la entrevista, se hace énfasis en dos cosas: primero, en la pertinencia de su obra en un contexto específico; y segundo, en saber cuáles son las bases conceptuales en que se sustenta. Respecto al primer punto, Dueñas es enfático al afirmar que su obra se alimenta de referencias al mundo contemporáneo; así mismo, intenta, por esta vía, crear una pintura incluyente que no sólo se refiera al mundo del arte sino a la vida diaria. En torno al segundo punto, Dueñas indica la necesidad de que la pintura abstracta salga de su ensimismamiento (en cuanto arte puro y autorreferencial) para volverse un medio y no una finalidad. Es en ese sentido que, a su juicio, su pintura se pude dirigir al mundo exterior, pudiendo así incorporar diversos elementos y objetos de la vida real.
La entrevista con García es fundamental porque enuncia, por primera vez, que el trabajo de Dueñas no se restringe a un determinado formato, sino que se dirige a una investigación plástica enfocada al espacio de exhibición y no sólo se involucra con el cuerpo de la pintura. El texto es fundamental, además, porque se trata de conceptualizar con el término “arquipintura” aquellas instalaciones presentadas en la muestra. En ese mismo sentido, se genera un argumento sobre la propia naturaleza de la pintura al cuestionarse al artista por la inclusión de elementos figurativos en su pintura cuando, supuestamente, siempre se hace referencia a la abstracción como problema básico. Es así como Dueñas justifica sus acciones, diciendo que el elemento figurativo puede ser representacional; siendo así, su interés es el incluir este tipo de objetos en sus cuadros sin que estos dejen de ser abstractos. Tales elementos son escogidos no por sus cualidades figurativas, sino por sus cualidades formales.