El libro LUIS ROLDÁN está conformado por tres apartes donde se presenta de manera conjunta una retrospectiva de la producción del artista. Segmento I, donde aparece el prólogo de la crítica de arte colombiana, Carolina Ponce de León (Bogotá, 1957- ) y el texto de María Iovino M. (Barranquilla-Atlántico, 1962-) este último acompañado de pequeñas ilustraciones de las obras que la autora enuncia y comenta en el escrito. Segmento II: un catálogo con las obras del Luis Roldán (Cali –Valle del Cauca, 1955-) y Segmento III: un plegable que sintetiza la producción artística de Roldán.
El libro se publicó a propósito de la exposición individual en Lugar a dudas (Cali, Colombia) en noviembre de 2007. Lugar a dudas es un espacio a la cabeza del artista colombiano Oscar Muñoz (Popayán, 1951-) donde tienen lugar eventos relacionados con las artes plásticas contemporáneas.
Antes de que el mundo fuera, representa un recorrido no sólo por el inventario de imágenes producidas por Luis Roldán sino por las reflexiones que han surgido a partir de su trabajo con la pintura y el dibujo. El relato se detiene en las particularidades de la construcción de la imagen y hace cruces pertinentes con referencias filosóficas, artísticas y literarias que cita Iovino para complementar o hacer una lectura profunda de las apuestas del artista. Por lo mismo, es interesante la estrategia de la que se vale Iovino para incluir fragmentos de las conversaciones que sostuvo con Roldán en Nueva York entre el 2003 y 2006, los cuales están ubicados en las notas al pie, además se caracterizan por su larga extensión, allí Iovino le da paso a la voz del artista, quien revela anécdotas, influencias y detalles de los procesos de realización de sus trabajos. No es entonces casualidad que Iovino arranqué su texto refiriéndose a Sueños, pues es la obra que Roldán ejecuta mientras mantienen un permanente diálogo con la crítica.
Luis Roldán está radicado en Nueva York, pero su propuesta visual no se desvincula de su lugar de origen, la noción de paisaje, de horizonte en sus representaciones revela la influencia de una ciudad como Cali y el cruce de percepciones entre ésta y la visibilidad representativa de una metrópoli como la de Nueva York, dos maneras de percibir la idea del espacio urbano. Es importante señalar que Roldán vivió de cerca del trabajo que desarrolló el Grupo de Cali y aunque no es considerado un miembro como tal, su propuesta – como lo señala María Iovino en el texto – estuvo impregnada por el interés de explorar las ideas del arte moderno y por los enfoques abstractos y alternos que propició Cali en los años setenta.