Johanna Calle (nac. 1965) es una de las artistas centrales del inicio del siglo XXI en Colombia que más ha escrito sobre su propia obra. Por lo general, ella siempre trabaja textos cortos, como este, que ofrecen guías básicas para entender su propuesta. En la medida en que sus imágenes funden significados provenientes de diferentes campos en los que investiga (conflictos sociales y políticos, la biología, la literatura y la misma expresión artística), esto pasa a ser una cuestión que también abarca los medios explorados por Calle en su trabajo.
Zona tórrida (2005) es, como Torrencial (1999), los No (2001) o Ciel étranger (2001), uno de los proyectos en los que el dibujo en síntesis con la escritura configura un universo complejo y polisémico. En él, metáforas de diferentes órdenes contribuyen a enriquecer la permanente preocupación de la artista por expresar la particularidad problemática del contexto al que pertenece. Las metáforas, inclusive, se construyen generalmente a partir de la observación de aquello que implica la armazón estructural. En este caso, en particular, Calle hurga en el análisis de formas que adoptan cuerpos naturales (como las hojas de las plantas) ya sea cuando se violentan en el sometimiento a procesos de adaptación o bien cuando reciben influencias negativas del ambiente en que están insertas —como pueden ser las fumigaciones. En su propuesta, la delicadeza del asunto observado, así como la de la dispendiosa y exacta elaboración del dibujo, como siempre alude poderosamente a la fragilidad del orden vital.