“Taxonomía Social y Botánica Política” son otros nombres con los que se relaciona el texto “Flora Necrológica”, donde el crítico de arte José Ignacio Roca aclara la perspectiva conceptual del término “violencia” desde el propio contexto de Colombia, llevando a cabo un recuento histórico de los aspectos más relevantes del conflicto armado desde los años cincuenta hasta las últimas décadas del siglo XX. Muestra sus repercusiones en términos sociales y políticos en la población civil, además de argumentar sobre la relación entre influencia europea y exclusión social, la botánica científica y la muerte. Roca reseña a los artistas colombianos contemporáneos que establecen un nexo (temas y materiales) con la botánica para interpretar la violencia que aqueja al país, desde varias décadas atrás. La musa paradisiaca (nombre científico del banano común), la amapola, el maíz, las flores de plástico, la hoja de coca y los usos inesperados de restos humanos para crear imágenes poéticas son algunos de los ejes de las obras presentadas en este escrito.  

La importancia del texto del crítico colombiano de arte José Ignacio Roca Acosta-Madiedo (nac. 1962), se traduce en la vigencia y la relación establecida entre la historia del país y una serie de “disfuncionalidades”, “exclusiones” que son evidenciadas por los artistas colombianos, los cuales interpretan la muerte a través de la botánica y, desde allí, muestran tanto las complejidades del conflicto como los discursos mediáticos que sobre la imagen de la violencia se proyecta en el país. Este texto, anterior a la exposición curada por Roca, Botánica Política (2004), es significativo porque reflexiona sobre la construcción de la identidad en el país desde una visión histórica, en la que la influencia científica europea y las observaciones de los viajeros colaboraron en reforzar un sistema basado en la exclusión y la desigualdad. Este texto, además, articula conceptualmente obras que contribuyen con esta reflexión desde varias perspectivas: la crítica a los medios de comunicación y la anestesia que producen frente a la violencia (Musa Paradisiaca, 1994); la muerte en la vida cotidiana de Colombia (Jardín Vertical, 1999); el registro judicial y testimonial (Tríptico Judicial, 1998),entre otras muestras.  

Este texto fue publicado primeramente en la revista Lápiz No. 178 (Madrid, diciembre del 2001). Este número, en particular, se dedicó a analizar el eco producido por los atentados del 11 de septiembre en los Estados Unidos “desde una perspectiva ligada al arte y los discursos críticos, abordando tanto las imágenes mediáticas como la idea de catástrofe de la cultura contemporánea, la historia y sus pinturas de guerras y mitos, la violencia nacional en el País Vasco o la intersección entre la economía de la droga y la reivindicación política en Colombia, cuyo palmarés sangriento parece eternamente olvidado”. (B. Olmo 2001). Fragmentos de Flora Necrológica aparecen también en un artículo sobre el arte colombiano en la década de los noventa, incluido en el catálogo de la exposición Políticas de la diferencia, Arte Iberoamericano de fin de siglo (2002),coordinada por Kevin Power. Posteriormente, el texto entrará a la red el 31 de mayo de 2003, en la página electrónica Columna de Arena No. 50, (http://www.universes-in-universe.de/columna/col50/index.htm) bajo el título de Flora Necrológica: Imágenes para una geografía política de las plantas.  

Así mismo, esta reflexión de Roca se presentará en la curaduría de la exposición Botánica Política: usos de la ciencia, usos de la historia, Fundación la Caixa de Barcelona (2004)y luego, en Bogotá, en la exposición del Banco de la República Historia Natural y política: conocimientos y representaciones de la naturaleza americana, curada por el historiador colombiano Mauricio Nieto (de septiembre 2008 a enero 2009).