En “Teoría y prácticas no-objetualistas en América Latina”, el crítico de arte Juan Acha (1916?1995) presenta las tesis en que se basa su teoría del arte conceptual latinoamericano. El documento cobra relevancia porque presenta el contexto teórico del coloquio, e incluso argumenta la selección de los artistas convocados a la muestra. Por otra parte, el texto se ofrece como una alternativa interpretativa al arte conceptual latinoamericano ideológico, enfoque iniciado desde España por el teórico de arte y arquitectura Simón Marchán Fiz.
Acha inicia su labor como crítico a fines de los años cincuenta en El Comercio de Lima y bajo el seudónimo de J. Nahuaca. Es autor de reconocidos textos de historia del arte latinoamericano, entre los que se cuenta Arte y Sociedad en Latinoamérica (1979) y Las culturas estéticas de América Latina (1994). En 1981, con ayuda del Museo de Arte Moderno de Medellín y en el contexto de la tercera Bienal de Arte de Coltejer, Acha realiza el “Primer coloquio de arte no-objetual” en donde reunió a personajes como el antropólogo argentino radicado en México, Néstor García Canclini (nac. 1939), el crítico checo radicado en Perú, Mirko Lauer (nac. 1947) y la editora de origen francés radicada en Chile, Nelly Richard. Este evento abrió un espacio hacia diversas discusiones acerca de la presencia del arte conceptual en Latinoamérica. Inclusive, gracias a la presencia del No-Grupo y de Felipe Ehrenberg (nac. 1943), ambos de México, de Ana Mendieta (1948?1985) de Cuba y de Marta (1) Minujín(n. 1943) de Argentina, se llevaron a cabo prácticas artísticas conceptuales de diversa naturaleza.