Este texto fue escrito dos años después de realizado el ciclo de exposiciones Ante América (1992) que tuvo lugar en el Banco de la República (Bogotá), contando con la curadoría conjunta de Gerardo Mosquera, Rachel Weiss y Carolina Ponce de León. Inicialmente planteada en conmemoración del Quinto Centenario del encuentro entre dos mundos (1492–1992), esta muestra participó del llamado “auge de grandes exposiciones” sobre arte latinoamericano en distintos continentes. Con esta muestra, se procuró reflexionar en torno a la manera de enfocar el arte producido en América Latina; se insistió en volver a pensar las categorías y los conceptos con los cuales se estaba definiendo este arte, enfatizándose la necesidad de establecer un diálogo de sur a norte. “Ser el otro pasa de moda” es parte integral de esta discusión en torno a “lo que debe ser” el arte producido en América Latina. Una postura crítica que se mantuvo durante años y que cuestionó el paternalismo del centro al nombrar, definir y generar ideas en torno a las prácticas artísticas de la región.
Carolina Ponce de León (nac. 1957), crítica y curadora colombiana, fue una figura muy influyente en el campo artístico del país desde mediados de la década de los ochenta. Fue directora de Artes Plásticas en la Biblioteca Luis Ángel Arango (Bogotá) y escribió regularmente para distintos periódicos nacionales (tanto El Tiempo como El Espectador). Gestionó la apertura de espacios de exposición para artistas jóvenes (bajo el programa Nuevos Nombres) y contribuyó a que se generara un dialogo entre Colombia y los demás países latinoamericanos. Desde 1994, vive y trabaja en Estados Unidos; al inicio vinculada curatorialmente a El Museo del Barrio (Nueva York, NY) y, posteriormente, a la Galería de la Raza (San Francisco, California) donde permanece hasta hoy.