En el texto se establecen los estatutos de la Sociedade de Etnografia e Folclore (SEF, que operó en el estado de São Paulo). En ellos se define el objetivo de la misma de “orientar, promover y divulgar estudios etnográficos, antropológicos y folclóricos”, en cuyas metas se incluye “el incentivo a la cooperación […], proporcionando discusiones internas y excursiones de estudio”, ya sea para “incentivar colecciones etnológicas” y “realizar conferencias, cursos y publicaciones”. Uno de los rasgos únicos de los estatutos era la propuesta, muy semejante a la del arte moderno brasileño, de “una elaboración del vocabulario artístico nacional”. El texto de doce páginas estipula un número de reglas de gobierno, muy similar a otras de instituciones profesionales. Define el tipo de membresía, “contribuyentes” y “correspondientes” que será parte de dicha sociedad. Se señala que habrá un Consejo reelecto cada año, así como las secretarías y tesorerías correspondientes, siendo que el presente estatuto puede ser reformado dos años después de ser aprobado. Especifica que todas las decisiones serán tomadas por la vía del voto, requiriendo el aval de cinco miembros, con un mínimo de tres días de anticipación a una reunión pautada. En caso de que la SEF sea disuelta, los estatutos estipulan que será incorporada al Departamento de Cultura (de São Paulo). El primer Consejo concluirá sus labores en mayo de 1938. Un presidente regirá dicha sociedad, especificándose, además, todos los deberes a cargo de los miembros del Consejo.
En las secciones siguientes, se discuten varios reglamentos de control. Primero, las sesiones serán pautadas entre la primera y la tercera semana de cada mes, dividiendo su tiempo en lecturas, sumarios de correspondencia y presentación de propuestas. A seguir, los estatutos aclaran los asuntos de asamblea (ordinaria y extraordinaria) con sus requerimientos. Las elecciones quedan sujetas al siguiente inciso, cómo ocurrirán en asambleas ordinarias y cómo operará su manejo habiendo dudas sobre el vencedor y el anuncio de los resultados.
Por otra parte, el Consejo Técnico, que tiene a su cargo las actividades científicas de la entidad, consta de seis miembros y se explicita a seguir. La página de la portada es ilustrada con una serie de armas, adornos y utensilios de uso de los indios purís (un grupo étnico en el Brasil) sin que se explique su importancia en los estatutos. La denominación de “delegados” y de “investigadores”, los cuales actualizan a la SEF respecto a los eventos etnológicos y folclóricos, así como de los eventos de entidades públicas preocupadas en la conservación y preservación de sus documentos, refiere que habrá tanto investigadores de campo como de archivo y biblioteca, y trabajarán con el Consejo Técnico.
En las “Disposiciones Generales” se anuncia que habrá un boletín mensual gratuito para miembros e investigadores y sus instrucciones se repartirán junto con notas/noticias sobre las sesiones y asuntos de cuño científico en torno a la SEF. El Boletim y la Revista do Arquivo serán las publicaciones de la sociedad. Entre los los miembros fundadores de la entidad que se mencionan están Candido Bittencourt, Claude Lévi-Strauss, Mário de Andrade, Paulo Duarte y Sérgio Milliet; y, finalmente, se menciona el primer Consejo presidido por Mário de Andrade, con Dina Lévi-Strauss fungiendo de secretaria.