La Conferencia Plástica Chicana fue una de las ponencias más importantes de carácter bilingüe y binacional sobre arte chicano. La carta de 1979 documenta esta ambiciosa y singular reunión organizada por un comité bajo el patrocinio de Mujeres Artistas del Suroeste (MAS) y el Centro Cultural de LUChA de Austin, Texas. De especial importancia histórica, fue el primer foro que posibilitó la reunión y el intercambio de información entre artistas y académicos mexicanos y chicanos sobre la historia del arte, su práctica e influencias culturales. Aunque dedicada principalmente a las artes plásticas, la conferencia incluía una presentación teatral, proyección de películas y funciones para fomentar la solidaridad con las revoluciones de Nicaragua y Cuba. Las sesiones sobre arte plástico incluían una gran diversidad de técnicas y medios como la pintura, escultura, fotografía y grabados. Las ponencias, además, abarcaban un gran ámbito histórico —desde el arte precolombino al contemporáneo— y podían presumir del calibre de presentadores como Raquel Tibol, Marcia Castro Leal, Pedro Meyer y Adolfo Mexiac de México, y los estadounidenses Pedro Rodríguez, Luis Jiménez, Shifra Goldman, Carmen Lomas Garza, junto con Roberto Duncan de la agencia federal para las artes National Endowment for the Arts (NEA).