En virtud del tenso clima político colombiano generado durante el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez (1946–50) —y especialmente a raíz del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán en 1948 que desencadena el llamado Bogotazo— se suspendió temporalmente la realización del Salón Anual de Artistas Colombianos. Como respuesta al desinterés oficial en incentivar espacios para la confrontación y encuentros en el campo de la plástica, algunos artistas e intelectuales organizaron, a su vez, salones independientes cuyo formato y concepción conllevó un carácter modernizador. Uno de estos eventos fue la exposición Pintores jóvenes colombianos —conocida también como El Salón de los jóvenes—, realizada en la Biblioteca Nacional de Bogotá, en 1947. La iniciativa de la exposición estuvo a cargo de José María Álvarez D’Orsonville, director de Extensión Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional y de los poetas Luis Vidales (1900–1990) y Jorge Gaitán Durán (1924–1962).
El salón aportó la legitimación de la categoría “arte joven”a la plástica local, así como la ruptura con la noción de “maestro”, y por ende la de “deber ser” en el arte. Al vocablo joven, antes que asimilarlo a nociones como la de calidad u oficio, se lo relacionó con originalidad, rebeldía o futuro, valores todos ellos asociados con la modernidad. En términos generales la muestra fue recibida con beneplácito por parte de la crítica, hasta el punto que el historiador de origen ucraniano radicado en Colombia, Juan Friede (1901–1990) anotó que se había convertido en Salón de Arte Moderno o De los independientes. En la exposición participaron más de 200 obras de 59 artistas. Algunos de los invitados fueron Marco Ospina, Eduardo Ramírez Villamizar, Édgar Negret, Lucy Tejada, Hernando Tejada y Julio Castillo.
Además de su oficio poético, Jorge Gaitán Durán fue crítico de arte y gestor cultural durante el segundo lustro de la década de los cuarenta. Asímismo, apoyó el movimiento del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán. Durante la revuelta del 9 de abril (El Bogotazo), acompañó al poeta Jorge Zalamea (1905–1969) en la importante toma de la Radiodifusora Nacional.