Este artículo, publicado dos meses después de la muerte de Santiago Martínez Delgado (1906–1954), implica un reconocimiento a la obra de este artista por parte del autor, así como de Vida, una revista en la que colaboró como ilustrador y editor. Gabriel Giraldo Jaramillo (1916–1978) —un prolífico autor de investigaciones y publicaciones sobre distintas expresiones del arte colombiano desde la época colonial hasta el siglo XX— destacó en este artículo la obra de Martínez Delgado. En especial Congreso de Cúcuta (1945?48), un mural realizado en elCapitolio Nacional para inaugurar la IX Conferencia Panamericana (1948) que daría lugar a la creación de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Desde su mirada de historiador y conocedor del canon de las representaciones plásticas de la historia, Giraldo Jaramillo reforzó los elogios que la obra recibió a finales de la década de los cuarenta, contribuyendo a instalar la pintura de historia colombiana a la altura de las representaciones monumentales de América del Sur —tomándose como ejemplo las pinturas de Tito Salas (1887?1974) en el Capitolio Federal de Caracas (Venezuela). La exaltación de la obra de Martínez Delgado pone el dedo en la llaga del silencio generalizado en torno a la Batalla de Boyacá (1926), el tríptico que el artista Andrés de Santamaría realizó para el mismo lugar que posteriormente ocuparía Congreso de Cúcuta; obra ampliamente criticada desde su instalación en el local por la inapropiada expresividad moderna que merecería una representación heroica. Este tríptico fue remplazado por la obra de Martínez Delgado.
Los múltiples intereses del artista Santiago Martínez Delgado se tradujeron en un sinnúmero de realizaciones como ilustrador, decorador, pintor, creador de arte publicitario, docente universitario, escritor de cuentos y libretos para radio, investigador de la iconografía de los héroes de la independencia, defensor del patrimonio cultural y, por ende, realizador de murales. Realizó obras de índole muralista en señal de afirmación de una vocación descubierta por él en Chicago; la cual consolida más tarde con el mural La evolución cultural de Colombia, elaboradopara la Exposición de 1933 en esta ciudad del medio-oeste norteamericano.