Este artículo resulta relevante dentro del marco de las discusiones que se dieron alrededor de la pertinencia, utilidad y beneficios que podría traer al campo artístico la realización de las bienales de arte en América Latina. La Revista del Arte y la Arquitectura de América Latina, donde se publica este artículo, promovió la discusión teniendo como eje la IV versión de la Bienal de Arte de Coltejer en Medellín (1968, 1970, 1972 y 1981), llevándose a cabo aún, así como el Primer Coloquio Latinoamericano de Arte No-Objetual, evento coordinado por el director de la revista, Alberto Sierra, y por algunos miembros del Museo de Arte de Moderno de Medellín.
Entre los críticos participantes del Coloquio estaban el propio Juan Acha (1916–95), la historiadora del arte y crítica Rita Eder y el historiador y curador Alfonso Castrillón, mexicanos, la crítica y ensayista francesa radicada en Chile, Nelly Richard, la brasileña Aracy Amaral y el colombiano Eduardo Serrano. Sólo los dos últimos participaron del evento. Amaral, en esa reunión, se opuso abiertamente a la decisión tomada para liquidar la Bienal Latinoamericana de São Paulo; la cual, a su juicio, traía a la luz la desconfianza de los críticos en el valor intrínseco del arte latinoamericano, al mismo tiempo que trajo a colación la dependencia cultural de nuestros países latinoamericanos hacia los centros hegemónicos de poder y legitimación. No es una casualidad que el Primer Coloquio Latinoamericano de Arte No-Objetual enMedellín se materializase inmediatamente después de la reunión perentoria en São Paulo, además del hecho de que generase una serie de malentendidos y polémicas, a razón de que los organizadores de la Bienal de Coltejer en Medellín de1981 interpretaran el evento paralelo como una provocación y cuestionamiento a su gestión.
Este artículo está relacionado con “Críticos de América Latina votan contra una Bienal de Arte Latinoamericano” [véase doc. no. 1079493].