Sin duda alguna, Manuel Bandeira (1886–1968) es uno de los principales escritores y poetas modernos del Brasil; dos poemas suyos, Evocação de Recife y Vou-me embora pra Passárgada, se incluyen entre los referentes más conocidos a nivel popular. A finales de la década de 1920 e inicios de la de 1930, se convirtió en defensor acérrimo de la causa “modernista” en un meollo altamente politizado y adverso a la experimentación. Dentro de estas causas, consta el apoyo que da a la innovadora gestión académica del arquitecto Lucio Costa, en 1931, al frente de la Escola Nacional de Belas Artes y, obviamente, a los cambios radicales que implicaba una reforma drástica en la enseñanza del arte en el país.
El llamado Salão de 31 (38a Exposição de Belas Artes), llevado a cabo bajo la organización de la Escola Nacional de Belas Artes (Río de Janeiro, 1931), durante la gestión de Lucio Costa, marca una incuestionable transformación en el arte brasileño al tratar de encajar el arte moderno en el ámbito conservador de instituciones formales de enseñanza y difusión artísticas.
[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos del autor: “Belas Artes” (doc. no. 1075449); “O Brasil que insiste em pintar” (doc. no. 1075573); “Um grande artista pernambucano: Manoel Bandeira, o desenhista” (doc. no. 1110818); “Retratos de meus pintores” (doc. no. 1111005); “A revolução e as Belas Artes” (doc. no. 1110996); y “Tarsila antropófaga” (doc. no. 781956)].