En esta entrevista, Marcos Raya expresa su convicción de que los jóvenes artistas deben “escapar de su gueto mental y real, el gueto mexicano” para poder avanzar así en su arte. Dice que deben “formar parte de toda la ciudad de Chicago y seguir siendo mexicanos”. Expresa, en otras palabras, que deben evitar que sus trabajos sean únicamente sobre su identidad étnica, para que dicha perspectiva no los excluya del mundo del arte selecto, el de las élites. Raya señala que la experiencia mexicana es distinta a la experiencia de los polacos o los alemanes simplemente porque la mitad del territorio de los Estados Unidos formó, en el pasado, parte de México. Como consecuencia de eso, muchos ciudadanos estadounidenses cargan ascendencia mexicana y, además, México está justo al lado de EE.UU. Raya preferiría ver un país más mexicanizado que americanizado, y preferiría, incluso, una fusión de las civilizaciones mexicana y estadounidense. Raya está cansado y harto de ver los mismos “tropos” de forma constante en el arte latino. La insistente reiteración de imágenes de pirámides no aporta mucho, ni, menos aún, los colores vibrantes expresan la verdadera realidad de México que, a su juicio, es en “blanco y negro, con demasiada criminalidad y corrupción”. Aunque los artistas de Chicago ya no pueden emplear las mismas fórmulas que las de la década de setenta, Raya declara que continuará incluyendo el componente político en su obra.