Shifra Goldman examina en este texto la problemática homogeneización de la idea de arte y cultura “hispanas” fomentada por la exhibición Hispanic Art in the United States: Thirty Contemporary Painters and Sculptors organizada por The Museum of Fine Arts, Houston, en 1987. Goldman traza el origen del término “hispano” durante los últimos años de la década de setenta como una forma para que, tanto el gobierno como el mercado, pudieran empaquetar y presentar como un sólo producto a las heterogéneas comunidades latinas de los Estados Unidos. A seguir, describe las esculturas y pinturas seleccionadas para la exposición como obras de gran calidad y de verdadero interés artístico. No obstante, critica a los curadores por haber tomado partido a favor de lo que aseveran ser los valores “artísticos” de las obras por encima de los “sociológicos”. Como resultado de ello, Goldman sostiene que las diversas historias de los artistas quedan ocultas y, en vez de ellas, se presentan, a través de los ensayos del catálogo y de las agrupaciones temáticas de la instalación, ideas superficiales y estereotipadas del arte “hispano” como primitivo, folklórico, religioso y tradicional. Como consecuencia del interés de los curadores por hallar un estilo hispano, muchos de los principales artistas del momento que producían obras de marcado componente político quedaron excluidos de la muestra. Finalmente, llega a la conclusión de que la entrada de los artistas hispanos al mainstream parece medirse, de forma preocupante, según su éxito, por lo que la pregunta sobre el aporte de los artistas latinoamericanos a los Estados Unidos sigue sin tener respuesta tras esta exhibición.