Octavio Paz (1914-98) escribió este ensayo para el catálogo de Hispanic Art in the United States: Thirty Contemporary Painters and Sculptors, muestra organizada conjuntamente por John Beardsley y Jane Livingston en el MFAH. Bajo la iniciativa directora de Peter C. Marzio, la exhibición de 1987 fue una de las primeras iniciativas llevadas a cabo por uno de los principales museos de los Estados Unidos para presentar, a gran escala, la obra de artistas latinos y latinoamericanos. Criticada, entre otros motivos, por su preponderante punto de vista anglo-americano, la muestra generó un debate sobre el multiculturalismo en los museos de los Estados Unidos a fines de los ochenta y principios de los noventa. El ensayo de Paz se coloca entre las iniciativas de los curadores para incluir en el catálogo de la exhibición una voz latinoamericana. No obstante, Octavio Paz, el venerado poeta y crítico, posee un punto de vista mexicano, y no “latino”. Su análisis histórico de la cultura y la política hispana se centra, en las primeras tres secciones del ensayo, en el remoto pasado histórico; es decir, en un tiempo primordial, junto a los siglos XVII y XVIII. Cuando habla sobre el presente, Paz no tiene empacho alguno en agrupar como hispanos a los inmigrantes latinoamericanos de los Estados Unidos, y cuando aborda la diversidad de los diferentes grupos de inmigrantes contemporáneos, exhibe su elitismo al poner énfasis en estereotipos, tales como la naturaleza “profundamente religiosa, tradicional” y “perseverante” de los “campesinos” mexicanos que emigran a los Estados Unidos, a diferencia de los profesionales modernos que conforman la mayor parte de los inmigrantes cubanos. El argumento de Paz de que Martín Ramírez, en su condición de artista autodidacta, es un emblema para todos los artistas de la muestra, también puede distorsionar la idea de los lectores sobre los artistas latinos contemporáneos. En vez de caracterizar a los artistas de la exposición como calificados profesionales activos en el mundo del arte contemporáneo, Paz los presenta como irracionales y visionarios, al igual que Ramírez.