La crítica de arte uruguaya, María Luisa Torrens, responde en este ensayo al texto de Aracy A. Amaral, crítica e historiadora brasileña, intitulado “Etsedrón: Una forma de violencia”. El texto de Amaral y la respuesta original de Acha aparecieron por primera vez en el número de abril-junio de 1976 de la Revista Artes Visuales, revista publicada en Ciudad de México bajo el cuidado editorial de Carla Stellweg. En el mismo número de la revista mexicana aparecieron ensayos de respuesta al texto de Amaral escritos por Juan Acha y Manuel Felguérez y, con todo, Etsedrón se convirtió en parte primordial del debate iniciado por Amaral para tratar de hallar, para el arte latinoamericano, una vía de escape del influjo internacionalista. Una de las preocupaciones principales de Amaral consistía en erradicar la falsa idea de que los artistas que habían creado Etsedrón trabajaban aislados del centro y, además, poseían una suerte de auténtico punto de vista. Por el contrario, Torrens sostiene que emplean modos de producción artística de lo más actualizados —happenings, técnicas mixtas, cine, fotografía, etc.— y que su trabajo simplemente reproduce mitos sobre el noreste de Brasil. “Etsedrón”, de hecho, implica una lectura al revés de ese término geográfico en portugués: Nordeste.