Este texto de Aracy [Abreu] Amaral, crítica e historiadora del arte brasileña, apareció por primera vez en el número de abril-junio de 1976 de Revista Artes Visuales, revista publicada en Ciudad de México bajo el cuidado editorial de Carla Stellweg. A partir de aquí se inició un debate en torno al valor de la controvertida instalación llamada Etsedrón, y el significado que tuvo su presencia en la XIII Bienal de São Paulo de 1975 para el desarrollo del arte tanto brasileño como latinoamericano. En el mismo número de Revista Artes Visuales aparecieron ensayos de respuesta al texto de Amaral de críticos tales como el peruano Juan Acha y la uruguaya María Luisa Torrens o bien el escultor mexicano Manuel Felguérez y, con todo, Etsedrón se convirtió en parte primordial del debate iniciado por Amaral para tratar de hallar, para el arte latinoamericano, una vía de escape del influjo internacionalista. Tal y como apunta la autora en su texto, hacia principios de la década de setenta los asistentes a la Bienal de São Paulo se habían acostumbrado a ver trabajos que podrían haberse creado en Europa o en Nueva York. Además de su valor y mérito como obra convincente, Amaral sostiene que la presencia de Etsedrón en la bienal evidenció la necesidad de que los críticos latinoamericanos tuvieran que desarrollar nuevos criterios para juzgar y comprender obra de los artistas latinoamericanos contemporáneos. Cabe destacar que Amaral cita en este texto a Marta Traba (1923−83) y Jorge Romero Brest (1905−
89), ya que ambos se contaban entre los principales críticos involucrados en el debate sobre el internacionalismo del arte latinoamericano de aquella época.