En este texto, John Weber, prominente muralista y cofundador del Chicago Mural Group, responde a un reciente artículo sobre los murales de Chicago negando que el ambiente muralista de la ciudad sea singular o único. Dice temer que dichos términos impliquen que el ambiente esté aislado, sea provinciano o excéntrico. En vez de eso, sostiene que el movimiento muralista contemporáneo de los Estados Unidos comenzó en Chicago. El mural Wall of Respect tuvo una profunda influencia y provocó el renacimiento de la producción muralista pública en todo el país. Los muralistas de Chicago han tenido una comunicación constante con artistas de otras ciudades y han sido reconocidos por artistas desde Boston a la Ciudad de México hasta Honolulu, como es el caso de los que encabezaron el movimiento. Más aún, Weber analiza por qué comenzó el movimiento en Chicago, y sostiene que las especulaciones de que fue un “efecto” de la School of the Art Institute of Chicago (SAIC) y de la “…’elitista’ enseñanza de su profesorado…” son infundadas; en su opinión, sólo tres de los ocho artistas mencionados en el artículo asistieron a la SAIC, siendo que dos de ellos ya habían pintado murales en México. Weber alega que la explicación más probable tal vez sea la distancia entre Chicago y el ambiente artístico de Nueva York y las presiones que ejerce su mercado. Entre otras razones a considerar están la incesante existencia de fuertes y compactas comunidades étnicas, la pequeña escala de los edificios fuera del centro de la ciudad, así como la presencia de artistas que se dedican a esa forma de arte y que cuentan con el sólido apoyo de las comunidades donde operan. Tales comunidades financian los proyectos y suelen contribuir con ideas y mano de obra. La gran diferencia entre estos muralistas y los de México, escribe Weber, es que los muralistas chicaguenses carecen de respaldo corporativo y municipal para realizar sus proyectos. A pesar de que los muralistas de Chicago “maduran rápidamente”, Weber insiste en que siguen sirviendo a la comunidad, esperando que los intereses de las grandes empresas comiencen a apoyarlos.