“Alrededor de mis cuadros siempre ronda lejanamente una radio patrulla, quiero decir que ilustro una atmósfera ilícita y peligrosa, la que se vive en aquella Cali de mi infancia, con una arquitectura de los treinta, fachadas con arabescos, balcones con rombos y calados rígidos y austeros”. Así introduce Hernando Guerrero (nac. 1948) su artículo, destacando, con este aparte, las preocupaciones temáticas del artista colombiano Ever Astudillo (nac. 1948) relacionadas con su infancia en el Saavedra Galindo, barrio popular de la zona oriental de esa ciudad. Guerrero se desempeñaba como coordinador del Semanario del periódico liberal El Pueblo de Cali cuando se publicó esta entrevista. Además, era un reconocido personaje caleño por haber fundado la Corporación Ciudad Solar (1971-73): espacio de convivencia, creación, exposición y gestión cultural independiente que influyó a un grupo de artistas jóvenes de la década del setenta. Esta entrevista es de los pocos testimonios que se publicaron sobre Astudillo en la prensa local, en ocasión de una de las más importantes exposiciones realizadas en Cali al finalizar la década. En el Museo de Arte Moderno La Tertulia, por primera vez, exponen los tres artistas, en ese momento considerados lo más representativo de la ciudad. Tres puntos de vista sobre Cali coinciden en ese instante. En el caso de Astudillo, los cines de barrio del sector oriental de la ciudad atraparon su atención. Desde muy joven se obsesionó por el cine —en especial, el mexicano de la Época de Oro— que veía en las salas de los teatros Belalcázar, Avenida, Sucre o Imperio. Estos teatros y los barrios aledaños de la década del cuarenta y cincuenta se constituyeron en tema de sus obras en dibujo. El artista definió su mirada de urbe como una “experiencia anterior”; es decir, ligada a los profundos nexos con la memoria urbana de Cali de los años cincuenta.