Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Fred Forest (n. 1933) artista especializado en videoarte se vale de diferentes materiales y medios para crear una obra con una dimensión crítica y social. En 1971, junto con Hervé Fischer (n. 1941) y Jean-Paul Thenot (n. 1943), Forest creó el Collectif d'art sociologique [Colectivo de Arte Sociológico] postulándolo como categoría. La agrupación francesa se alinea, en la época, con otras acciones artísticas que ejercían una crítica más frontal del arte ante los circuitos de distribución y sus representaciones ideológicas. Publicaron en Le Monde (principal diario de Francia) su Primer manifiesto del arte sociológico (1974) exaltando, como eje fundamental de la práctica artística, el vínculo inseparable entre arte, sociedad y vida. Bajo tales parámetros, el arte sociológico se basó en métodos científicos al poner en práctica sus acciones como campo de investigación privilegiado para las teorías sociales.
Meses después de la publicación del Primer Manifiesto (mencionado), la gacetilla anuncia la presentación de Forest con la obra Autopercepción electrónica (1974), donde se describe la acción a realizar utilizando el circuito cerrado de TV del CAYC.
En Buenos Aires, desde la década de sesenta, la reflexión en torno a los medios masivos de comunicación originó distintas experiencias regidas ya sea por la semiótica o bien por la sociología. Surgió, entonces, hasta un género: “el arte de los medios” propuesto grupalmente por Eduardo Costa (n. 1940), Raúl Escari (1944-2016) y Roberto Jacoby (n. 1944) quienes planteaban obras “inmateriales” — como el El happening del Jabalí difunto (1966)- o el happening de Oscar Masotta El mensaje fantasma (1967), las cuales ocurrían en el proceso de transmisión de la información. Por otra parte, también en el CAYC se presentó, la Academia del fracaso (1975) de Marta Minujín (n. 1943), una experiencia influida por las teorías sociológicas aplicadas a una temática que exploró la artista desde su habitual actitud lúdica e irónica.