Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Alfredo Portillos (1928-2017) participó de las actividades del CAYC desde 1971, y desde el año siguiente, formó parte del Grupo de los Trece. La marca latinoamericana es una motivación central en su obra. En efecto, el objetivo primordial trata del rescate de las “otras culturas” del continente a través de “acciones” de corte ritual y sincrético; entre ellos, los símbolos cristianos, los mitos populares, la presencia de celebrantes de distintas religiones hegemónicas, además del gesto y objetos relacionados con los más diversos ritos.
Esta gacetilla reproduce el texto escrito por Glusberg El Grupo de los Trece. Bienal de San Pablo, publicación editada inmediatamente después de la presentación y premiación en Brasil de la agrupación con sede en Buenos Aires. La gran instalación en la que Glusberg actuó como curador, crítico y artista, presentaba coherencia temática al condensar aquellas poéticas individuales cuya estética había identificado al CAYC durante largo tiempo, en este caso, bajo el título Signos en ecosistemas artificiales.
En los 800 m2 disponibles en el segundo piso del Pabellón de la Bienal (Parque do Ibirapuera), integrados a la sección Arte no catalogado, las obras de cada uno de los integrantes del CAYC participaban de una lectura colectiva. Desde la perspectiva semiótica propuesta por Glusberg, la distinción entre “natural” y “artificial” no era operativa para el caso, una vez que para el hombre (el artista) todo objeto es signo. El crítico buscaba evidenciar la trama espacio-discursiva donde cada obra opera como fragmento solidario de la narrativa general.
En Espacio ecuménico (1977) el artista montó un espacio en el cual las ceremonias de todas las religiones pudieran tener lugar para un mejor entendimiento entre la humanidad.
Por primera vez, el Grande Prêmio Itamaraty (del Ministério das Relações Exteriores do Brasil) se otorgaba a un representante latinoamericano. La presentación en la bienal paulistana condensando la propuesta tanto del CAYC como del grupo y otorgaba al CAYC como un todo un prestigio internacional que excedía todos los reconocimientos que había alcanzado hasta ese momento. En los meses previos a la participación en la XIV Bienal de São Paulo el CAYC organizó exposiciones individuales de algunos de los integrantes del Grupo de los Trece y difundió sus poéticas a través de las gacetillas de trabajo. [Consultar GT-737 (doc. no. 1477389), GT-738 (doc. no. 1477390, GT-746 (doc. no. 1477396), GT-757 (doc. no. 1477397), GT-758 (doc. no. 1477398), GT-759 (doc. no. 1477399), GT-761 (doc. no. 1477419), GT-765 (doc. no. 1477432), GT-766 (doc. no. 1477433), GT-772 (doc. no. 1477435), GT-773 (doc. no. 1477436), GT-774-775 (doc. no. 1477437), GT-787 y GT-788 (doc. no. 1477450), GT-789 y 790 (doc. no. 1477452), GT-791-793 (doc. no. 1477454), GT-794-796 (doc. no. 1477457), GT-797-798 (doc. no. 1477460), GT-799 (doc. no. 1477462), GT-800-801 (doc. no. 1477463)].