Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Víctor Grippo (1936-2002) participó de las actividades del CAYC casi desde sus inicios (1971) y, a partir del año siguiente, fue integrante original del Grupo de los Trece. 1977 resulta ser un año clave en la producción del artista. El 26 de agosto se inauguró en el CAYC la muestra Conciencia de la energía. En esa oportunidad, Grippo revisó sus trabajos y volvió sobre algunas de las ideas que lo guiaron cuando comenzó a trabajar sobre el tema de las “analogías”. Iniciada en 1970, en la serie que generalmente refería como “papas con el cablerío”, propone una analogía entre la papa (alimento originario de América) y la conciencia.
En Analogía I (1970-71), Grippo muestra un circuito que establece la reacción electroquímica por medio de un par de electrodos (uno de cobre y otro de zinc), los cuales se introducen en el tubérculo, obteniéndose así corriente eléctrica de la papa, convertida en “pila vegetal”. En sus versiones de principios de los setenta, esta obra, evidenciando “energía contenida”, pasó a ser una metáfora de la situación de “revuelta” revolucionaria del continente americano, en especial del Cono Sur. En otra pieza de la serie, Analogía IV (c.1972), presenta sobre una mesa un plato con papas reales con sus respectivos cubiertos y del otro lado, los mismos elementos, fielmente cincelados en acrílico transparente. Síntesis (1972), por su parte, fue compuesta por una papa y una pieza de carbón y revela, en su trasfondo, el interés del artista por la trasmutación de la energía.
Las piezas que componen la serie de las Analogías montan diálogos entre lo natural y lo artificial, oposiciones como lujo y austeridad, contradicciones como los propios colores blanco y negro, etcétera. Dicho sea de paso, Analogía I. Segunda versión (1977), en escala mayor a la de su primer trabajo, participó —con Energía vegetal o Naturalizar al hombre, humanizar a la naturaleza (1977) y otras obras de los integrantes del Grupo de los Trece— de la instalación Signos en ecosistemas artificiales en la XIV Bienal de São Paulo, ese mismo año, que recibió el Grande Prêmio Itamaraty.
En los meses previos a la participación en dicha bienal paulistana el CAYC organizó exposiciones individuales de algunos de los integrantes del Grupo de los Trece. [Conferir GT-737 (doc. no. 1477389), GT-738 (doc. no. 1477390, GT-746 (doc. no. 1477396), GT-757 (doc. no. 1477397), GT-758 (doc. no. 1477398), GT-759 (doc. no. 1477399), GT-764 (doc. no. 1477431), GT-765 (doc. no. 1477432), GT-766 (doc. no. 1477433, GT-772 (doc. no. 1477435), GT-773 (doc. no. 1477436), GT-774 and GT-775 (doc. no. 1477437), GT-785 y GT-786 (doc. no. 1477448)].