Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Figura activa en la escena del arte conceptual desde los sesenta en Chile, Guillermo Deisler (1940-1995) fue un destacado poeta visual y editor. La producción es enmarcada dentro de una estrategia artístico-política tendiente a promover redes de trabajo entre los artistas, propiciar el desarrollo de proyectos colaborativos e intervenir en la esfera pública por medio del arte. Desde 1966, Deisler mantuvo un intenso intercambio profesional y estrecha amistad con el argentino Edgardo Antonio Vigo (1928-97). Juntos inician la labor editorial en Diagonal Cero y Mimbre, respectivamente. Ambos ejercieron un rol central en la consolidación de la trama de arte correo internacional. La circulación de sus planchas de estampillas, postales, sobres y sellos posibilitó que la propuesta tuviera alcances entre contemporáneos de la Argentina, de Chile y del mundo.
Participó tanto de la Expo/Internacional de Novísima Poesía/69 (1969), en el Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella, como de Expo Internacional de Proposiciones a Realizar–Investigaciones Poéticas (1971), organizada por el CAYC junto a Vigo quien se propuso reunir prácticas de poesía experimental mostrando la extensa red existente. Desde entonces, Deisler participó asiduamente en las actividades del Centro, donde encuentra un entorno propicio a su discurso y acciones, afán experimental y convicciones respecto a la lucha por la liberación política y económica de los países latinoamericanos.
Exiliado en 1973 tras el Golpe de Estado que derrocó al presidente constitucional Salvador Allende, el artista chileno continuó su labor intelectual y poética en Europa, primero en Bulgaria y luego en Alemania donde residió hasta su muerte en 1995.